EL PAIS_ Materializando las palabras por CATERINA NOTARGIOVANNI








Domingo

Cultura

Materializando las palabras

Por primera vez, Uruguay competirá en el mayor evento mundial de arquitectura teatral y afines. El concepto del stand está inspirado en un texto de Mario Levrero.

CATERINA NOTARGIOVANNI
Dos territorios imaginarios, Centro, Ciudad Vieja, palabra, tristeza, aburrimiento, ternura, corriente, energía, miseria, vidriera, lugar sin ventanas, tan triste, lluvia, diluvio, silencio depresivo, risas. Cuatro conceptos, dos barrios montevideanos y 24 palabras que servirán de marco para la construcción de una escenografía. O mejor: de una experiencia.
Los términos inspiradores aparecen en un relato corto de Mario Levrero (1940- 2004) llamado Pieza para danza, editado por Arca en el libro El portero y el otro (1992). Dicho texto constituye el cimiento del laberinto que Inés Berdaguer, Johanna Bresque, Verónica Carriquiry y Renée López levantarán en Praga, representando por primera vez a Uruguay en el Scenofest Cuadrienal de Praga 2011, la mayor exposición mundial de escenografía contemporánea y arquitectura teatral (ver nota aparte).
viaje a lo profundo. Cursaban tercer año cuando se presentaron a un concurso de anteproyectos convocado por el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) para estudiantes de la Escuela Municipal de Arte Dramático (Emad). Lo decidieron sin pensarlo demasiado porque el plazo se vencía. Renée López sugirió tomar este texto de Levrero, viejo conocido de las cuatro, y todas aceptaron. "En su narrativa encontramos siempre una relación directa entre los lugares y los estados emocionales que transitan los personajes", explican sobre la elección.
"Es como que los personajes recorren sitios o están encerrados, pero en su cabeza", agrega Renée. "Y también porque habla de la Ciudad Vieja, de un Montevideo gris, y como vamos a representar a Uruguay queríamos llevar algo relacionado", acota Inés Berdaguer.
El proyecto fue seleccionado y, como premio, las hoy cuatro egresadas de la Emad dispondrán de un espacio de 28 metros cuadrados para montar el laberinto bautizado Fingía mirarlo.
Será una propuesta escénica que intentará expresar la esencia del estado emocional que comunica Levrero. "El laberinto va a ser todo un cortinado, pero en tiras, para que no sea algo tan rígido. Será un lugar que cada uno pueda recorrer a elección", comenta Carriquiry.
"En este caso, el hecho teatral es que el evento se termina de armar cuando la persona ingresa. Como sucede en el teatro", agrega Johanna Bresque. "Desde que el espectador entra a escena empieza a recorrer ese laberinto emocional", señala Renée López.
Las cortinas separarán pequeños módulos de menos de dos metros y algunas tendrán mirillas, desde donde el ojo tendrá acceso a distintas situaciones o "sorpresas" vinculadas al texto original.
El gris será el color predominante, también en línea con las imágenes de Levrero. "Vamos a crear un entorno gris, cíclico, monótono y montevideano. Pero con determinados destellos de luz, de ensueño, de mariposas. Queremos que haya puntos iluminados; así como somos lo montevideanos", ilustra López. También está previsto incorporar efectos sonoros y música, pero esos detalles todavía no están definidos.
Llegar a estos conceptos no fue fácil, máxime con el poco tiempo libre que deja una carrera que demanda seis horas diarias, seis días a la semana. Debieron conversar, discutir, dibujar, maquetar y, sobre todo, leer el texto una y otra vez. En aquellas reuniones, cuando el vuelo creativo se disparaba a las nubes, Levrero y sus palabras las bajaban de un hondazo. "Es un texto que cada vez que lo lees te quedas en una parte diferente. Lo negativo es que te vas, que no es lineal", comenta Berdaguer. ¿Pensaron en cambiarlo? "Nooo", responden a coro. "Cada vez nos gusta más", interrumpe Carriquiry.
Por otra parte y al día de hoy, las energías están puestas en definir lo necesario para armar el stand.
Una monedita. Aunque se trata de la primera vez que Uruguay, como país, participa en un evento de este tipo, y a pesar de haber sido declarado de Interés Cultural por el MEC, las jóvenes todavía no cuentan con el dinero necesario para construir el stand. Tampoco para el hospedaje y los viáticos. Dos de los pasajes los pagó el Ministerio de Relaciones Exteriores y de los tres restantes -viajan junto a un tutor-curador, el artista plástico y docente Alejandro Turell-, se encargó el propio MEC. De ahí que, como sucede a menudo, las diseñadoras se encuentran tan abocadas a reunir fondos como a pensar la puesta en escena.
Para empezar hicieron una solicitud formal a la IM, como egresadas de la escuela municipal. Si por allí no aparece el dinero, van a vender bonos colaboración y realizarán una fiesta para recaudar el dinero. "Para la realización dependemos mucho de los fondos, de lo que podamos conseguir y llevar de acá", explica López. En este sentido, consiguieron el apoyo de la Embajada de Uruguay en la República Checa, que les facilitará los insumos que puedan llegar a necesitar para armar el stand. Por reglamento, tienen cuatro días para ello.
A pesar de las dificultades, están confiadas en la viabilidad del proyecto. "¡Felicidad!", dice Verónica Carriquiry sobre la posibilidad que tienen ante sus narices.
No es para menos, harán el viaje soñado para cualquier egresado de la Emad. Es que durante dos semanas, toda la ciudad de Praga gira entorno al teatro y las artes escénicas. Participarán en conferencias y talleres, conocerán colegas de distintos países y serán testigos de perfomances callejeras.
Todo lo aprendido será devueltos a la sociedad uruguaya a través de talleres y charlas que las jóvenes darán al regreso de Europa.
La meca de las artes escénicas
La Cuadrienal de Praga es la muestra de diseño escénico más grande del mundo. Allí, cada cuatro años, se presentan trabajos de más de 50 países en áreas como diseño de vestuario, escenografía, iluminación, sonido y arquitectura teatral. Los participantes pueden competir en tres categorías: países, arquitectura escénica y estudiantes. El proyecto Fingía mirarlo peleará en la primera (Ver nota central).
El stand de Uruguay medirá 28 metros cuadrados y se instalará en un predio de 12.000 m2. Durante dos semanas, ese sitio estará desbordado de fotografías, videos y presentaciones en vivo de obras.
El evento se realizó por primera vez en 1967 y es organizado por el Ministerio de Cultura de la República Checa y coordinada por el Instituto de Artes y Teatro de Praga.

http://www.elpais.com.uy/suplemento/ds/Materializando-las-palabras/sds_552753_110313.html

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